El origen y evolución del balance financiero
En el mundo de las finanzas, muy pocos elementos son tan esenciales y evocadores como el balance. Pero, ¿se ha preguntado alguna vez de dónde procede esta herramienta indispensable? A lo largo de los siglos, el balance ha evolucionado hasta convertirse en lo que es hoy.
El amanecer de la contabilidad
Los primeros vestigios de escritura se descubrieron durante excavaciones arqueológicas en Mesopotamia. Estas excavaciones también descubrieron vestigios de inventarios contables en forma de muescas sobre soportes de arcilla. Los orígenes de la contabilidad están, pues, estrechamente ligados a los de la escritura y la cartografía, lo que nos lleva a pensar que la historia de la contabilidad es tan antigua como la de la propia humanidad.
La contabilidad en la antigüedad y edad media
La historia de la contabilidad se remonta más precisamente a la Antigüedad. La contabilidad (en el sentido de «contar valores») no se limitaba a registrar transacciones comerciales. Los antepasados de los contables ya se encontraban en las civilizaciones antiguas, entre ricos comerciantes y banqueros. En aquella época, actuaban como administradores. Estos mayordomos se encargaban de la contabilidad doméstica. A menudo eran esclavos eruditos. Fueron los antepasados de los contables de empresa.
A medida que evolucionaban las prácticas comerciales, también lo hacían las prácticas contables. La invención de la imprenta y el uso del papel son factores importantes para comprender la difusión de las técnicas de registro contable en la Baja Edad Media.
El nacimiento del balance financiero moderno
En 1493, el monje Luca Pacioli publicó el primer libro de contabilidad en italiano. Popularizó las prácticas comerciales de los mercaderes del norte de Italia y la técnica de la contabilidad por partida doble. Consiste en registrar todas las transacciones en dos cuentas simultáneamente. Cuando las dos cuentas utilizadas son cuentas de activo, el asiento refleja un cambio en la estructura del activo (el comerciante paga por mercancías, el aumento del valor de las existencias de mercancías compensa la disminución de la cuenta de efectivo).
La evolución del balance financiero
Las técnicas contables evolucionan progresivamente. Aparecen los requisitos contables, como la obligación impuesta a las fábricas francesas en el siglo XVII de llevar un inventario semestral de las existencias.
Hasta el siglo XX, los escritos contables seguían siendo esencialmente obras técnicas o pedagógicas. Las reflexiones teóricas eran relativamente limitadas y se centraban principalmente en los mecanismos de registro contable o en conceptos y definiciones.
La llegada de la sociedad industrial y el desarrollo de las compañías anónimas a finales del siglo XIX provocaron cambios en las herramientas contables. La reflexión contable se centró entonces tanto en la mejora de las técnicas de teneduría de libros como en los problemas de cálculo de los costes. La contabilidad de gestión en particular debe mucho a los trabajos pioneros de Frederick W. Taylor (1902) y Henri Fayol (1916).
Lo que caracteriza la evolución de la contabilidad en el siglo XX es el fenómeno de armonización de las prácticas (conocido como «normalización»). La armonización comenzó a escala nacional y se aceleró a escala internacional en la segunda mitad del siglo.
El balance financiero en la actualidad
Hoy en día, el balance es una herramienta clave de la contabilidad financiera. Ofrece una visión general de la situación financiera de una empresa en un momento dado, incluidos sus activos, pasivos y fondos propios. El balance es utilizado por muchas personas dentro de una organización para evaluar adecuadamente la salud financiera y el valor de una empresa.
A lo largo de su historia, el balance financiero ha evolucionado a través de los tiempos, adaptándose a las necesidades cambiantes y a la creciente complejidad del mundo empresarial. Hoy en día, es más importante que nunca, ya que proporciona la información vital necesaria para la toma de decisiones en un mundo empresarial cada vez más interconectado y dinámico. Sin duda, el balance seguirá siendo una herramienta fundamental en el mundo financiero durante los próximos años.