El papel del asesor legal en una sociedad mercantil en España
Los asesores legales suenan como algo muy lejano a la empresa, pero tienen un papel mucho más importante de lo que tendemos a pensar. Son imprescindibles para garantizar el cumplimiento de la normativa legal y reguladora aplicable a la empresa, y también para proteger los intereses y derechos de la empresa en su relación con terceros.
El asesor legal es el profesional encargado de aconsejar a la sociedad mercantil en todas las cuestiones legales relacionadas con su actividad comercial. Esto significa que elabora y revisa los contratos, gestiona conflictos, se anticipa a los riesgos y asiste a procesos judiciales.
¿Cuáles son sus funciones principales?
Asesorar en materia de contratación: El responsable de legal se encarga de la elaboración, revisión y negociación de contratos con proveedores, clientes y otros terceros. Además, puede ayudar en la gestión de las relaciones contractuales y en la prevención de conflictos.
Gestionar conflictos: En caso de surgir un conflicto legal, el asesor puede asistir en la resolución del mismo, ya sea mediante la negociación, la mediación o la representación de la empresa en procesos judiciales.
- Prevenir riesgos: El asesor legal puede asesorar a la empresa en la identificación y prevención de riesgos legales y amenazas regulatorias, así como en la implementación de medidas para minimizar los mismos.
- Dar asistencia en procesos judiciales: En caso de ser necesario, el asesor legal puede representar a la empresa en procesos judiciales y proporcionar asistencia durante todo el proceso.
No tenemos que pensar sólo en grandes empresas, sino también en empresas de menor tamaño. De hecho, contar con el asesoramiento legal adecuado puede ayudar a las empresas a evitar riesgos innecesarios y a tomar decisiones más informadas y acertadas.
Para ser el asesor legal de una empresa en España, hay que cumplir ciertos requisitos de formación, como contar con un título universitario en Derecho y estar colegiado en el Colegio de Abogados correspondiente. Además, se requiere una sólida formación y experiencia en derecho mercantil, ya que esta área del derecho es especialmente relevante para las empresas.
Es asesor legal puede formar parte de la plantilla de la empresa, trabajar por cuenta ajena. En el caso de pertenecer a la empresa, trabajan en exclusiva para ellos, mientras que si se contrata a un despacho de abogados o a un autónomo, el asesor legal trabajará en diferentes proyectos.
No queremos adentrarnos mucho en las ventajas e inconvenientes de pertenecer a la empresa o no, porque daría para otro post, pero está claro que el asesor legal, así como cualquier otro trabajador, si forma parte de la plantilla, se siente mucho más integrado, y genera mayor capacidad de respuesta, pero implica mayor coste para el empresario. La externalización, si detrás hay un grupo de abogados, puede ser interesante, porque tocan varios ámbitos del sector.
En cualquier caso, es importante que la empresa elija la opción que mejor se adapte a sus necesidades y recursos, teniendo en cuenta las ventajas e inconvenientes de cada opción.
¿Cuál es la clave de la relación entre sociedad y asesor? La confianza. El responsable de legal debe trabajar estrechamente con la Dirección para comprender sus necesidades y objetivos, y para proporcionar asesoramiento legal que sea adecuado y relevante para la empresa.
La compañía debe proporcionar al asesor legal toda la información necesaria para que pueda cumplir con sus funciones. Algunas de las cosas que deben proporcionarles son información sobre los productos o servicios, sobre su estructura organizativa, sus procesos y procedimientos internos, y cualquier otro aspecto relevante para la actividad comercial de la sociedad.